jueves, 23 de enero de 2014

Chinche (Cimex lectularius) Tema investigado por Kelvin Bisono (1-06-1977) & Annibel Gonzalez (1-10-0980)



Vulgarmente conocido como la chinche o chinche de las camas, es un insecto hemíptero de la familia Cimicidae. Su alimentación es hematófaga, es decir se nutre con sangre de humanos y de otros animales de sangre caliente. Su nombre vulgar proviene del hábitat frecuentemente usado: colchones, sofás y otro mobiliario.


Hábitos de alimentación
Las chinches de las camas están normalmente activas después de la puesta de sol, con un pico en su alimentación alrededor de una hora antes del amanecer. Sin embargo, pueden intentar su alimentación en otras horas si se da la oportunidad, y han sido observadas alimentándose en todas las horas del día. Alcanzan su víctima desplazándose o incluso algunas veces subiendo por las paredes de habitaciones hasta el techo y dejándose caer sobre alguna persona cuando la detectan por el calor que desprendemos los humanos. Atraídos por el calor y el dióxido de carbono que exhalamos por la respiración, la chinche perfora la piel de su víctima con una especie de dos tubos huecos de su aparato bucal. Con uno de ellos extrae la sangre de su huésped y con el otro inyecta su saliva la cual contiene anticoagulantes y anestésicos. Después de alimentarse durante unos cinco minutos, la chinche regresa a su escondite.


Picaduras

La picadura no puede ser sentida por las personas hasta unos minutos o incluso horas después de haberse realizado. La primera indicación de una picadura es el deseo de rascársela debido a la reacción que se produce a los agentes inyectados por el insecto.
Aunque estas chinches pueden vivir entre un año y año y medio sin alimentarse, normalmente intentan alimentarse cada cinco o diez días. Las chinches de las camas que entran en dormancia por escasez de alimentos, pueden vivir más de un año, mientras que los individuos bien alimentados normalmente viven de seis a nueve meses. Las infestaciones por pocos individuos pueden ser difíciles de detectar, y es posible que la víctima no lo detecte al principio. Las picaduras suelen agruparse en líneas o grupos, pueden encontrarse en diversas partes del cuerpo de las personas.

En la mayoría de los casos observados, el efecto de las picaduras consiste en un abultamiento de la piel rojizo aunque también puede ser plano, normalmente acompañado de un intenso prurito. El enrojecimiento y abultamiento de la piel es el resultado de una reacción alérgica a los anestésicos contenidos en la saliva de la chinche, que es introducida en la sangre de la víctima. Las picaduras de la chinche de las camas pueden no ser distinguibles de las de los mosquitos, aunque las de las chinches suelen durar más tiempo hasta que desaparecen sus efectos. Las picaduras pueden no aparecer en el mismo momento y pueden tardar hasta nueve días en aparecer sus síntomas. Las picaduras de las chinches de las camas no suelen tener en su centro un punto rojo como suele ocurrir en las de las pulgas. Una característica que sí es similar a las picaduras de las pulgas es que suelen aparecer alineadas. 

Este tipo de distribución puede ser causado porque el insecto haya sido molestado mientras se alimentaba y se sitúa a una poca distancia de donde estaba para seguir alimentándose. También puede deberse esas alineaciones a las sucesivas picaduras del insecto hasta que encuentra una vena. Las personas reaccionan de diferentes formas a estas chinches, depende de muchos factores como puede ser el tipo de piel de la víctima, el ambiente y el tipo de chinche. En casos excepcionales se pueden producir reacciones alérgicas a las picaduras que producen náusea y malestar. En un gran número de casos, estimado en un 50% de todas las personas, no hay ningún tipo de síntoma visible de las picaduras, lo cual dificulta la identificación y eliminación de esta plaga.
Normalmente, las personas responden a las picaduras de estas chinches con ansiedad, estrés e insomnio. Algunas personas también pueden desarrollar infecciones en la piel por rascarse las picaduras.

Transmisión de enfermedades

Aparentemente, las chinches de las camas tienen todos los prerrequisitos necesarios para ser capaces de transmitir enfermedades de un huésped a otro, pero no se conocen casos confirmados donde estas chinches que hayan actuado como vectores. Se conocen al menos veintisiete patógenos (aunque hay autores que los estiman en cuarenta y uno) que son capaces de vivir en el interior del cuerpo de Cimex lectularius o en su aparato bucal. Se han realizado multitud de pruebas en laboratorio que han concluido en que estas chinches parecen no traspasar enfermedades de una persona a otra. Por tanto, las chinches de las camas son menos peligrosas que otros insectos comunes como las pulgas. Sin embargo, la transmisión de la enfermedad de Chagas o hepatitis B se puede producir si se dan las condiciones adecuadas.

Los fluidos salivares inyectados por estos insectos causan enrojecimiento e inflamación de la piel, aunque las personas pueden desarrollar mayor o menor intensidad dependiendo de su sensibilidad. Pudiera darse el caso que en algunas personas la picadura de este insecto desarrollase un shock anafiláctico pero siempre en un pequeño porcentaje de las personas. También es posible que personas sometidas a constantes picaduras de este insecto desarrollen anemia. Es importante observar y vigilar posibles infecciones bacterianas secundarias.

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