Es una enfermedad producida por una reactivación del virus latente varicela-zóster, que afecta a los nervios periféricos —neuropatíagangliorradicular y a la piel, donde puede producir pequeñas ampollasdolorosas en forma de anillo agrupadas a lo largo de un dermatoma. Coloquialmente, es conocido como culebrilla, culebrina o culebrón. En algunas zonas del Mediterráneo, como España, Italia y Malta, también se le denomina «fuego de San Antonio».
El herpes zóster puede presentar
diferentes complicaciones según los nervios afectados, sobre todo en individuos inmunodeprimidos,
entre los que cabe destacar parálisis motora o facial
temporal, insuficiencia
respiratoria e infeccionesbacterianas secundarias. La principal secuela que puede aparecer tras la
desaparición de los signos cutáneos es la neuralgia posherpética (NPH), que consiste en una sensación dolorosa crónica en el
dermatoma afectado y que puede durar desde varias semanas hasta aproximadamente
un año.
Es
una patología universal, más común entre
personas con edades avanzadas o con alteraciones de su sistema inmune. Se trata de una enfermedad de fácildiagnóstico si
se desarrollan todos los síntomas, ya que el patrón de distribución de las
lesiones es característico. Además, pueden realizarse diferentes pruebas de
laboratorio para confirmar el diagnóstico. El tratamiento es paliativo, basado en analgésicos para controlar el dolor y antivirales para detener la infección.Existe una vacuna preventiva que se está comenzando a administrar en aquellas poblaciones de riesgo.
Cuadro clínico
Erupciones herpéticas
en un paciente geriátrico
Los primeros síntomas del herpes zóster
son inespecíficos e incluyen cefaleas,fotosensibilidad, fiebre y malestar general, que pueden durar uno o varios días. Se siguen de picores, hormigueos y dolor que puede llegar a ser extremo,
todo ello en la zona del nervio afectado, donde
aparecerá la erupción cutánea. Este dolor puede presentar múltiples
características, como punzante, ardiente, picante, etcétera, y se suele
desarrollar en brotes agudos y exacerbaciones. Además, el paciente muestra sensibilidad e hiperestesia en el dermatoma
afectado. En esta fase, puede haber problemas diagnósticos con otras
patologías, como infarto de miocardio, cólico renal,colecistitis, pleuresía o glaucoma, según la zona
afectada. Algunos pacientes pueden tener estos síntomas y no desarrollar el rash cutáneo, lo que se denomina «zoster sine herpete», que puede
dificultar el diagnóstico.
La fase posterior comienza a las 12-24
horas y constituye el desarrollo del característico sarpullido cutáneo. Las
lesiones comienzan como manchas eritematosasque pasan a vesículas distribuidas en dermatomas, comúnmente en un patrón que simula un cinturón y
sin pasar la línea media del cuerpo. No suelen afectarse más de tres metámeras. Las regiones más comunes son la región media del tórax —desde T3 a L2— y la zona oftálmica de la cara, donde
puede tener consecuencias sobre la visión. Rara vez ocurren en la mitad distal de las extremidades. Normalmente,
aparecen nuevas lesiones durante la primera semana. Al tercer día, las
vesículas se van transformando en ampollas llenas de un fluido seroso, generalmente dolorosas y acompañadas de ansiedad y un cuadro pseudogripal con fiebre, cansancio y dolor generalizado. Éstas se secan,
permaneciendo como costras durante 2 o 3 semanas.7 Ocasionalmente, el contenido de las vesículas puede ser hemorrágico, y estallar en un
plazo de 7 a 10 días. Cuando esto ocurre, resuelven con cicatriz ehiperpigmentación.
Cuando el VVZ afecta a la división oftálmica del nervio trigémino, la erupción aparece en una mitad del cráneo, desde el ojo hasta
la coronilla. Si implica a la rama nasociliar de este nervio, el herpes zóster se manifiesta con ampollas en la punta
y el lateral de lanariz y puede provocar daños en la córnea. En caso de afectar
a las demás divisiones del trigémino u otros nervios craneales, el herpes
zóster provoca lesiones en boca, oreja, faringe y laringe.
Las ampollas son contagiosas por
contacto directo, normalmente en los primeros 7 días, y pueden pasar de una
persona a otra. Si el VVZ pasa de una persona con herpes zóster a otra que
nunca ha tenido contacto con el virus, el cuadro que le produce es unavaricela. El virus no se
contagia a través de la respiración, la tos o el contacto casual. Por ello, la
enfermedad sólo es contagiosa en fase ampollosa, y no en las fases inicial,
cicatricial o posherpética.
Diagnóstico
Células gigantes
multinucleadas teñidas con la preparación de Tzank. Cuando la erupción aún no se ha desarrollado
o ya han cicatrizado las ampollas, puede ser difícil de diagnosticar. También
es así en el caso del zoster sine herpete. Aparte de la
erupción, los demás síntomas pueden ocurrir en otras patologías. Si el sarpullido ha aparecido, la identificación de esta patología sólo
exige un examen visual, ya que muy pocas enfermedades producen una erupción con
una distribución en dermatomas. En ocasiones, el virus del herpes simple (VHS) y el virus coxsackiepueden producir una erupción con este mismo patrón. La preparación de Tzanck es útil para el diagnóstico de la infección aguda con el virus del
herpes, pero no distingue entre el VHS y el VVZ. Consiste en un examen microscópico de las células presentes en la base de las lesiones. En caso de estar infectadas por el
virus del herpes, se observan células gigantes multinucleadas.
Existen pruebas de laboratorio disponibles para el diagnóstico de
herpes zóster. La prueba más utilizada es aquella que detecta losanticuerpos IgM específicos del VVZ en la sangre. Estos aparecen
durante el curso del herpes zóster y la varicela, pero no se encuentran
mientras el virus está latente. En laboratorios más especializados, los fluidos recogidos de una ampolla
pueden usarse para realizar una PCR y compararlas con un
patrón de ADN del virus de la
varicela zóster. También se puede realizar un cultivo del virus en líneas celulares susceptibles para aislar las partículas víricas e identificarlas con un microscopio electrónico.
No existe ningún tratamiento curativo, ni es posible la eliminación
del virus del organismo. Sin embargo, existen tratamientos que pueden paliar
los síntomas, y disminuir la duración y gravedad del proceso.9 El tratamiento suele ser necesario para la complicación de la neuralgia
posherpética. Sin embargo, algunos estudios sobre el dolor que se siente una
vez que ha desaparecido la erupción, muestran que, sin tratar, la neuralgia posherpética
es muy poco común en personas menores de 50 años y desaparece en poco tiempo.
En los afectados mayores de 50 años, el dolor desaparece más lentamente, pero
incluso en personas mayores de 70, el 85% no padece dolor pasado un año desde
su ataque de herpes zóster.
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